Buenos tiempos cuando en Seattle había algo más que lluvia.
Había baloncesto, había una estrella y en los pies de esa estrella había uno de los modelos más legendarios de Reebok.
Las zapas eran las Reebok Kamikaze II y la estrella Shawn Kemp.
Buenos tiempos cuando en Seattle había algo más que lluvia.
Había baloncesto, había una estrella y en los pies de esa estrella había uno de los modelos más legendarios de Reebok.
Las zapas eran las Reebok Kamikaze II y la estrella Shawn Kemp.